Hepatitis B
Es una enfermedad viral que afecta principalmente al
hígado. Se transmite a través del contacto con sangre o fluidos corporales
infectados, y puede causar inflamación y daño hepático.
La hepatitis B es causada por el virus de la hepatitis B
(VHB). Se transmite a través del contacto con sangre, semen u otros fluidos
corporales de una persona infectada. También puede transmitirse de madre a hijo
durante el parto o a través del contacto directo con objetos contaminados.
Evolución de la hepatitis B en el hígado
Signos y síntomas
Medios de prevención de la Hepatitis B
Los medios de prevención de la hepatitis B incluyen la
vacunación contra el virus, practicar sexo seguro, no compartir agujas o
dispositivos para drogarse, utilizar equipo de protección en entornos de
atención médica y realizar pruebas regulares para detectar la enfermedad.
Tratamientos para la Hepatitis B
Puede incluir medicamentos antivirales que ayudan a
controlar la replicación del virus y reducir el daño hepático. También se
pueden recomendar cambios en el estilo de vida, como evitar el consumo de
alcohol y seguir una dieta saludable. En algunos casos, se puede requerir
terapia de seguimiento a largo plazo. Es importante consultar a un médico para
obtener un plan de tratamiento adecuado.
Quienes son más propensos a la Hepatitis B
Las personas más propensas a contraer la hepatitis B son
aquellas que tienen relaciones sexuales sin protección con una persona
infectada, comparten agujas u otros utensilios para el consumo de drogas,
reciben transfusiones de sangre no seguras, reciben tratamientos médicos
invasivos sin medidas de precaución adecuadas, como la esterilización de
equipos, o tienen contacto directo con sangre o fluidos corporales de una
persona infectada. También los recién nacidos de madres infectadas pueden ser
más propensos a adquirir la enfermedad.
Hepatitis C
La
hepatitis C es un virus que puede causar enfermedad hepática (o enfermedad del
hígado). A veces se le conoce como VHC. La hepatitis C puede ser una enfermedad
leve que sólo dura semanas o meses, o una condición crónica grave que puede
durar toda tu vida. La Hepatitis C puede causar enfermedades serias, como
cirrosis y cáncer de hígado, y puede llegar a provocar la muerte si no se
trata. Por eso es importante saber qué es la hepatitis C, cómo se transmite,
cómo prevenirla y cuáles son sus síntomas.
Causas
La
hepatitis C es causada por la infección del virus de la hepatitis C (VHC). La
principal forma de transmisión es a través del contacto con sangre infectada,
como compartir agujas o equipos de inyección de drogas, transfusiones de sangre
no seguras, procedimientos médicos invasivos sin adecuadas medidas de
esterilización, y transmisión de madre a hijo durante el parto. También es
posible, aunque menos común, la transmisión a través de relaciones sexuales no
protegidas y el uso compartido de objetos personales como cepillos de dientes o
maquinillas de afeitar.
Signos y Síntomas de hepatitis C
Las
personas con hepatitis C no siempre tienen síntomas. Si tienes síntomas de
hepatitis, lo más seguro es que los comiences a sentir entre 4 y 12 semanas
después de haber estado en contacto con el virus. Los síntomas de hepatitis C
en fase inicial (aguda) pueden incluir:
- cansancio
- dolor
en el estómago
- tener
poco apetito
- ictericia
(cuando tus ojos y piel se vuelven amarillos)
- heces
(popó) color arcilla
- orina
(pipí) oscuro
- fiebre
- dolor
en las articulaciones
- náuseas
- vómito
En
algunas personas la hepatitis C se quita sola (sin necesidad de tratamiento),
después de 6 meses. Pero para la mayoría de las personas, la hepatitis C se
vuelve una condición crónica (para toda la vida).
Las
personas con hepatitis C crónica rara vez tienen síntomas. La mayoría de las
personas se enteran de que tienen hepatitis C cuando son diagnosticadas con
insuficiencia hepática avanzada (o enfermedad hepática avanzada que es cuando
el hígado deja de funcionar bien). Por eso es importante saber qué es la
hepatitis C, cuáles son sus síntomas y hacerte el examen si piensas que puedes
estar en riesgo.
El examen de la hepatitis C
Para
el examen de hepatitis C te toman una muestra de sangre para buscar los
anticuerpos del virus. Si el examen da positivo, te harán otra prueba conocida
como ARN, que te dice si el virus está activo en el momento.
El
tratamiento para la hepatitis C generalmente se hace con medicamentos
antivirales, que bajan la cantidad de virus que tienes en tu cuerpo. También
existen tratamientos nuevos que pueden curarla. Tu doctorx o enfermerx
seguramente te recomendarán que evites tomar alcohol y ciertos medicamentos que
pueden hacerle daño a tu hígado.
Medios de prevención de la Hepatitis C
Algunos
medios de prevención para la hepatitis C incluyen:
-
Evitar el uso compartido de agujas, jeringas y otros equipos de inyección.
-
Practicar sexo seguro utilizando preservativos.
- No
compartir objetos personales que puedan tener sangre, como cepillos de dientes
o maquinillas de afeitar.
-
Asegurarse de que los procedimientos médicos invasivos se realicen con medidas
adecuadas de esterilización.
-
Realizar pruebas regulares para detectar la hepatitis C, especialmente si se ha
estado expuesto a factores de riesgo.
-
Vacunarse contra la hepatitis A y B, ya que la coinfección puede empeorar la
enfermedad hepática.
Es
importante consultar a un médico para obtener más información sobre las medidas
preventivas y las recomendaciones específicas según cada situación.
Tratamientos para la Hepatitis C
El
tratamiento para la hepatitis C ha avanzado significativamente en los últimos
años. El enfoque principal del tratamiento es la terapia antiviral de acción
directa (AAD), que consiste en medicamentos que atacan directamente al virus de
la hepatitis C y ayudan a eliminarlo del cuerpo. Estos medicamentos suelen ser
tomados durante un período de tiempo determinado, generalmente de 8 a 12
semanas.
Es
importante destacar que el tratamiento específico puede variar según el
genotipo del virus de la hepatitis C y la condición individual de cada
paciente. Por lo tanto, es crucial consultar a un médico especialista en
enfermedades hepáticas para obtener un plan de tratamiento adecuado y
personalizado.
Quienes son más propensos a la Hepatitis C
Las personas más
propensas al contagio de la hepatitis C son aquellas que han estado expuestas a
factores de riesgo como:
1. Uso compartido de
agujas, jeringas u otros equipos de inyección.
2. Transfusiones de
sangre o trasplantes de órganos antes de 1992, cuando no se realizaban pruebas
rutinarias para detectar el virus de la hepatitis C.
3. Tratamiento con
hemodiálisis.
4. Exposición
ocupacional a sangre o productos sanguíneos.
5. Nacidos de madres con
hepatitis C.
6. Personas con
prácticas sexuales de alto riesgo, especialmente sin protección.
7. Personas que tienen
tatuajes o piercings realizados en condiciones no estériles.
8. Personas que
comparten objetos personales que puedan tener sangre, como cepillos de dientes
o maquinillas de afeitar.
Es importante tener en cuenta
que cualquier persona puede contraer hepatitis C si está expuesta al virus,
pero estos grupos tienen un mayor riesgo.
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