Hepatitis B y C

 

Hepatitis B

Es una enfermedad viral que afecta principalmente al hígado. Se transmite a través del contacto con sangre o fluidos corporales infectados, y puede causar inflamación y daño hepático.



Causas

La hepatitis B es causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Se transmite a través del contacto con sangre, semen u otros fluidos corporales de una persona infectada. También puede transmitirse de madre a hijo durante el parto o a través del contacto directo con objetos contaminados.

Evolución de la hepatitis B en el hígado



Signos y síntomas

Los signos de la hepatitis B pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado), esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo), fatiga, debilidad, pérdida de apetito y fiebre. Es importante destacar que algunas personas infectadas pueden no presentar signos visibles de la enfermedad.

Los síntomas de la hepatitis B pueden variar, pero pueden incluir fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces claras, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), fiebre y malestar general. Sin embargo, algunas personas infectadas pueden no presentar síntomas.


Medios de prevención de la Hepatitis B

Los medios de prevención de la hepatitis B incluyen la vacunación contra el virus, practicar sexo seguro, no compartir agujas o dispositivos para drogarse, utilizar equipo de protección en entornos de atención médica y realizar pruebas regulares para detectar la enfermedad.

Tratamientos para la Hepatitis B

Puede incluir medicamentos antivirales que ayudan a controlar la replicación del virus y reducir el daño hepático. También se pueden recomendar cambios en el estilo de vida, como evitar el consumo de alcohol y seguir una dieta saludable. En algunos casos, se puede requerir terapia de seguimiento a largo plazo. Es importante consultar a un médico para obtener un plan de tratamiento adecuado.

Quienes son más propensos a la Hepatitis B

Las personas más propensas a contraer la hepatitis B son aquellas que tienen relaciones sexuales sin protección con una persona infectada, comparten agujas u otros utensilios para el consumo de drogas, reciben transfusiones de sangre no seguras, reciben tratamientos médicos invasivos sin medidas de precaución adecuadas, como la esterilización de equipos, o tienen contacto directo con sangre o fluidos corporales de una persona infectada. También los recién nacidos de madres infectadas pueden ser más propensos a adquirir la enfermedad.





Hepatitis C

La hepatitis C es un virus que puede causar enfermedad hepática (o enfermedad del hígado). A veces se le conoce como VHC. La hepatitis C puede ser una enfermedad leve que sólo dura semanas o meses, o una condición crónica grave que puede durar toda tu vida. La Hepatitis C puede causar enfermedades serias, como cirrosis y cáncer de hígado, y puede llegar a provocar la muerte si no se trata. Por eso es importante saber qué es la hepatitis C, cómo se transmite, cómo prevenirla y cuáles son sus síntomas. 


Causas

La hepatitis C es causada por la infección del virus de la hepatitis C (VHC). La principal forma de transmisión es a través del contacto con sangre infectada, como compartir agujas o equipos de inyección de drogas, transfusiones de sangre no seguras, procedimientos médicos invasivos sin adecuadas medidas de esterilización, y transmisión de madre a hijo durante el parto. También es posible, aunque menos común, la transmisión a través de relaciones sexuales no protegidas y el uso compartido de objetos personales como cepillos de dientes o maquinillas de afeitar.

Signos y Síntomas de hepatitis C

Las personas con hepatitis C no siempre tienen síntomas. Si tienes síntomas de hepatitis, lo más seguro es que los comiences a sentir entre 4 y 12 semanas después de haber estado en contacto con el virus. Los síntomas de hepatitis C en fase inicial (aguda) pueden incluir:

  •     cansancio
  •     dolor en el estómago
  •     tener poco apetito 
  •     ictericia (cuando tus ojos y piel se vuelven amarillos)
  •     heces (popó) color arcilla
  •     orina (pipí) oscuro
  •     fiebre
  •     dolor en las articulaciones
  •     náuseas
  •     vómito

En algunas personas la hepatitis C se quita sola (sin necesidad de tratamiento), después de 6 meses. Pero para la mayoría de las personas, la hepatitis C se vuelve una condición crónica (para toda la vida).

Las personas con hepatitis C crónica rara vez tienen síntomas. La mayoría de las personas se enteran de que tienen hepatitis C cuando son diagnosticadas con insuficiencia hepática avanzada (o enfermedad hepática avanzada que es cuando el hígado deja de funcionar bien). Por eso es importante saber qué es la hepatitis C, cuáles son sus síntomas y hacerte el examen si piensas que puedes estar en riesgo.



El examen de la hepatitis C

Para el examen de hepatitis C te toman una muestra de sangre para buscar los anticuerpos del virus. Si el examen da positivo, te harán otra prueba conocida como ARN, que te dice si el virus está activo en el momento. 

El tratamiento para la hepatitis C generalmente se hace con medicamentos antivirales, que bajan la cantidad de virus que tienes en tu cuerpo. También existen tratamientos nuevos que pueden curarla. Tu doctorx o enfermerx seguramente te recomendarán que evites tomar alcohol y ciertos medicamentos que pueden hacerle daño a tu hígado. 

Medios de prevención de la Hepatitis C

Algunos medios de prevención para la hepatitis C incluyen:

 

- Evitar el uso compartido de agujas, jeringas y otros equipos de inyección.

- Practicar sexo seguro utilizando preservativos.

- No compartir objetos personales que puedan tener sangre, como cepillos de dientes o maquinillas de afeitar.

- Asegurarse de que los procedimientos médicos invasivos se realicen con medidas adecuadas de esterilización.

- Realizar pruebas regulares para detectar la hepatitis C, especialmente si se ha estado expuesto a factores de riesgo.

- Vacunarse contra la hepatitis A y B, ya que la coinfección puede empeorar la enfermedad hepática.

Es importante consultar a un médico para obtener más información sobre las medidas preventivas y las recomendaciones específicas según cada situación.

Tratamientos para la Hepatitis C

El tratamiento para la hepatitis C ha avanzado significativamente en los últimos años. El enfoque principal del tratamiento es la terapia antiviral de acción directa (AAD), que consiste en medicamentos que atacan directamente al virus de la hepatitis C y ayudan a eliminarlo del cuerpo. Estos medicamentos suelen ser tomados durante un período de tiempo determinado, generalmente de 8 a 12 semanas.

Es importante destacar que el tratamiento específico puede variar según el genotipo del virus de la hepatitis C y la condición individual de cada paciente. Por lo tanto, es crucial consultar a un médico especialista en enfermedades hepáticas para obtener un plan de tratamiento adecuado y personalizado.

Quienes son más propensos a la Hepatitis C

Las personas más propensas al contagio de la hepatitis C son aquellas que han estado expuestas a factores de riesgo como:

1. Uso compartido de agujas, jeringas u otros equipos de inyección.

2. Transfusiones de sangre o trasplantes de órganos antes de 1992, cuando no se realizaban pruebas rutinarias para detectar el virus de la hepatitis C.

3. Tratamiento con hemodiálisis.

4. Exposición ocupacional a sangre o productos sanguíneos.

5. Nacidos de madres con hepatitis C.

6. Personas con prácticas sexuales de alto riesgo, especialmente sin protección.

7. Personas que tienen tatuajes o piercings realizados en condiciones no estériles.

8. Personas que comparten objetos personales que puedan tener sangre, como cepillos de dientes o maquinillas de afeitar.

Es importante tener en cuenta que cualquier persona puede contraer hepatitis C si está expuesta al virus, pero estos grupos tienen un mayor riesgo.

 




 

 

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